Ama y señora del Legislativo

Por Aldo Romero
Debutó como operadora política de Cuéllar en 2021. Se ganó su premio: la hicieron diputada plurinominal. Poco a poco tejió su red de ambición y conquistó espacios de poder, denunciando supuestas deslealtades.
Se apoderó de la Junta de Coordinación y Concertación Política, y desde entonces opera, sin vergüenza, como la ama y señora del Legislativo.
A un año de estar fuera y hacerse del control del partido guinda, la líder morenista continúa operando como la diputada 26, jactándose de ser el enlace del Legislativo con el Ejecutivo, según ella, por indicación de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Ya no hay duda; fuentes de digna confianza han confirmado que habría sido ella quien ordenó que varios municipios reprobaran su cuenta pública, pese a que el posible daño observado por el OFS haya sido menor que en aquellos que la aprobaron, incluso con un daño superior a los 4 millones, como en el caso de Chiautempan.
¿Con qué fin lo hizo? Pues con el fin de “castigar” a aquellos alcaldes que no van en línea con el proyecto de su marido y que han mostrado preferencias hacia otros liderazgos.
No solo desde el partido; la líder de Morena ejerce abuso de poder y dicta línea legislativa desde el Congreso. En repetidas ocasiones, su servidor y otros colegas del gremio la hemos visto salir y entrar a sus anchas de la sede del Poder Legislativo, siempre por la puerta trasera.
Desde el Congreso, opera y dicta la línea que su muchacho, Ever Campech Avelar, debe seguir para que la Junta de Coordinación y Concertación Política funcione. Así es, el Poder Legislativo opera sin autonomía y bajo una injerencia que, por increíble que parezca, ni las fuerzas opositoras “más férreas” han querido denunciar. ¿Por qué será?
Marcela González Castillo se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza que genera inconformidad entre presidentes municipales, de comunidad, funcionarios del gobierno estatal y militantes del partido.
Ahora, con el polémico caso de Jacqueline Meneses Rangel —quien fue removida de la Secretaría de Comunicación, Difusión y Propaganda— se ha demostrado su verdadero talante autoritario. González Castillo ha decidido erradicar cualquier indicio de oposición, actuando con revanchismo político contra aquellos que no demuestran sincronía o lealtad al proyecto de su marido.
Su polémico actuar ya ha provocado una serie de señalamientos al interior del Comité Ejecutivo Estatal y del Consejo Político Estatal morenista. Marcela está en la antesala de sufrir una grave crisis política.