Estructura artificial; del obradorismo a las tribus

Por Aldo Romero
Con la confirmación de los Comités Seccionales, Morena inició su reestructuración interna, un proceso que, como lo dice su dirigencia nacional, no se ha visto antes en la organización interna del sistema de partidos en México. Auténticas células que, desde sus bases, darán movilidad al partido para los procesos venideros.
¿Se escucha muy bonito, verdad? Que se genere una narrativa para presumir que el partido que fundó el expresidente Andrés Manuel López Obrador regresa a sus orígenes para considerar a sus bases en la toma de decisiones y en la movilización.
La realidad es que tal acción es artificial, pues al ya no existir López Obrador en el espectro político nacional, ya no hay un objetivo que valga la pena para organizarse y movilizarse.
Cualquier organización partidista en Morena será artificial. ¿Por qué lo digo? Porque, en el caso de los comités seccionales, el proceso no es natural: las y los presidentes, así como las y los secretarios, vienen palomeados por los denominados mentores. ¿Y quiénes son los mentores? Son diputados, consejeros y legisladores federales, los cuales se dividen en dos y hasta tres grupos: el primero, los Alfonsos; el segundo, el de Ana Lilia; y el tercero, el colado de Raymundo Vázquez Conchas.
Esos tres grupos quieren llevar agua para su molino; es decir, quieren crear su propia estructura electoral para respaldar y fortalecer sus aspiraciones, pues los tres aspiran a gobernar Tlaxcala. En pocas palabras, las células morenistas están viciadas: todas responderán a intereses particulares y no partidistas.
Ya veremos quién logra hacerse del control mayoritario de las bases de Morena.
Homero a la carga
Digan lo que digan, Homero Meneses cumplió su cometido: aparecer en el espectro mediático. Porque, seamos realistas, el secretario estaba rezagado en la carrera por la sucesión, y la filtración del audio y la mega fiesta que se armó en Contla lo impulsan para lo que viene.
Homero puso nerviosos a algunos suspirantes varones, que ya no saben ni qué inventarse en redes sociales para aparecer. Les ha ganado la partida… por ahora.
Homero Meneses mostró estructura y, al parecer, viene con el engranaje bien aceitado para dar batalla. Aunque, claro, hay que decirlo: algunos fueron obligados a movilizarse y aparecer en la foto para salvar la chamba.
El Humanismo Mexicano va que vuela para posicionarse como una tribu integrada por liderazgos y referentes políticos con dotes de operadores electorales capaces de dar resultados. Por eso lo digo y lo sostengo: HM es una muestra más de que Morena ya se ha perredizado.
La importancia de una reforma electoral profunda
Hablando de Homero Meneses, las declaraciones que emitió el consejero presidente del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), Emmanuel Ávila González, en cierto modo preocupan y prenden las alertas, porque dan a entender que el árbitro electoral ya agarró partido.
Lo vimos en la Elección Judicial: lo permisivo que fue el ITE con los acordeones. Y lo vemos recientemente con el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que le corrigió la plana al TET y al ITE por interpretar a modo el tema de la paridad de género, para darle la tercera magistratura del debutante Tribunal de Disciplina Judicial en Tlaxcala a Juan Pablo Tena Ochoa y dejar fuera a Claudia Cervantes Rosales, quien fue la tercera mujer más votada en esa elección.
Ambos órganos locales fueron exhibidos por vulnerar el principio constitucional de paridad de género y el de igualdad sustantiva, al aplicar de forma facciosa la regla de alternancia entre hombres y mujeres, dejando fuera a una mujer con mayor votación popular —35 mil 533 votos— por encima de los 29 mil 424 votos de Tena Ochoa.
Está claro que la postulación de Tena Ochoa responde a los intereses de la dirigente de Morena, Marcela González Castillo. Y como el ITE y el TET están más que sometidos al partido en el poder, no dudo que la decisión del árbitro electoral, al actuar en perjuicio de una mujer para colocar a Tena Ochoa, responda a esa relación facciosa.
En ese sentido, es importante cuestionarnos: ¿urge una reforma electoral profunda para acabar con las decisiones arbitrarias de los OPLES? La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene a esos organismos en la mira; la reforma que cocina prepara su extinción.