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Por Aldo Romero

Suspiro de alivio fue el que lanzó la Senadora Ana Lilia Rivera Rivera luego de que el Consejo Nacional de Morena aprobara los lineamientos para prohibir el nepotismo, la opulencia, el uso de recursos públicos e intentar así, garantizar un proceso democrático interno para definir candidaturas rumbo a los comicios del 2027.

Sin duda, la única que se beneficia de lo aprobado por el cónclave morenista es la Senadora tlaxcalteca, quien incluso asegura que lo ocurrido el pasado domingo en el World Trade Center de la Ciudad de México fue la “revalorización del movimiento, la refundación de Morena”.

Rivera Rivera celebró la aprobación de cada uno de los puntos aprobados, pues creo yo, sin temor a equivocarme, es la única que no ha caído ni aplicado esas viejas prácticas que cierto sector al interior de la Cuarta Transformación ha replicado para obtener el poder por el poder.

Es cierto lo que dice la Senadora respecto a que Morena está recuperando su alma de partido movimiento, y los lineamientos aprobados son resultado de ese freno que hizo la dirigencia para reflexionar sobre el rumbo que estaba tomando el partido luego de diversas polémicas que lo rodeaban; veremos si de verdad logran fortalecer su institucionalidad.

Lo que llama la atención es que la Senadora este depositando mucha confianza en las Comisiones de Encuestas y de Elecciones de su partido, que son las que decidirán si los aspirantes cumplen con la aplicación de los lineamientos.

Una de esas comisiones, la de Encuestas, ya le falló a la Senadora en el pasado, es por eso que intriga por qué tanta confianza, pero lejos de eso, Rivera Rivera puede tener tranquilidad, porque si es cierto a lo que se ha comprometido Morena como partido, ella ya tiene una ligera ventaja.

Se cimbra el lorenismo

A quienes se le están revirtiendo los papeles son a los lorenistas, la cara que pusó Lorena Cuéllar Cisneros cuando prohibieron el uso de vehículos blindados y la seguridad particular, sin duda la señora se apretó los puños del coraje al saber que esos lineamientos darían la nota en su contra.

Claro que lo avalado el domingo le cierra las aspiraciones, por Morena, a sus hijas; una ya se veía como diputada y otra como presidenta municipal representando al partido guinda.

Otros afectados son Alfonso y Marcela, quienes pronto entrarán en un dilema, su matrimonio será el factor que ponga en riesgo las aspiraciones del alcalde capitalino, pues el documento aprobado en el cónclave morenista es claro: “Los presentes lineamientos son de observancia obligatoria para las personas representantes, servidoras públicas, protagonistas del cambio verdadero y militantes de morena, especialmente quienes participen o pretendan participar en los procesos internos y constitucionales de elección de precandidaturas y candidaturas”.

Es por eso que la ganona el día de hoy, es la Senadora Rivera Rivera, quien reconoce la madurez política de su partido y la intervención de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien dió la bofetada final para que la estructura partidista entrara en razón y saliera de esa zona de confort que convertía a Morena en un instituto político con intereses meramente electorales y administrativos.

Será el soberano quien observe y juzgue el actuar del que aún es el partido más importante de México y América Latina, solo el pueblo definirá si Morena estará a la altura del rumbo que se ha fijado.

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